Un hombre de 33 años resultó condenado a cuatro años de prisión efectiva más multa por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
La actividad ilícita del sujeto salió a la luz cuando su pareja llamó a la policía por un episodio de violencia. Al llegar los efectivos, la mujer les contó que el acusado la había echado de la casa porque ella le había pedido que dejara de vender drogas.
Durante la investigación se constató que el acusado vendía marihuana con modalidad de “Delivery”, llevando la sustancia en motocicleta adonde los clientes le indicaban.
Fue condenado por la jueza María Gabriela González, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, quien ordenó el cese del arresto domiciliario que venía cumpliendo el acusado y dispuso su traslado a la cárcel local.