9 años prisión a 4 narcos que transportó 418 kilos de cocaína debajo de un cargamento de cemento

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Las penas recayeron sobre el transportista, su acompañante, otro que sujeto que hacía de “coche puntero” durante la operación y al gestor de vehículos de la banda. Habían sido detenidos el 12 de noviembre de 2023 en Tucumán. El estupefaciente, adquirido en Bolivia, tenía como destino Córdoba y Buenos Aires.

El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta condenó el martes pasado a cuatro hombres por el transporte de 418 kilos de cocaína ocultos en un cargamento de cemento a penas de entre 7 años de prisión y 9 años y 6 meses de prisión.

El juez Domingo Batule -quien presidió el cuerpo- y las vocales Gabriela Catalano y Alejandra Cataldi consideraron a los cuatro condenados responsables del delito de transporte de estupefacientes, agravado por el número de participantes, en el final de un extenso debate desarrollado entre septiembre y noviembre pasados.

Así encontraron los “ladrillos” de cocaína ocultos entre el cemento. A pedido de la fiscalía, el tribunal ordenó al Ministerio de Seguridad de la Nación que tome las medidas pertinentes y dote de elementos de bioseguridad a las fuerzas federales para actuar frente a casos similares. – Foto: Gendarmería Nacional

El chofer del camión, Santos Pascual Yufra, y el gestor de los vehículos que utilizaban esta y otras organizaciones dedicadas al narcotráfico, David Liquitaya Choque, recibieron la pena de 9 años y 6 meses de prisión en calidad de coautor y partícipe necesario, respectivamente.

El acompañante del transportista, Fernando Ariel Ramírez, fue condenado a 7 años de prisión, mientras que Darío Ezequiel Giménez, quien durante la operación conducía un vehículo “puntero” para advertir sobre posibles controles, recibió una pena de 8 años y 6 meses de prisión. Ambos fueron considerados coautores de aquellos delitos.

A pedido del Ministerio Público Fiscal, el tribunal hizo lugar al decomiso de un camión Volvo, tipo tractor de carretera, de un semirremolque tolva y de siete teléfonos celulares. En cuanto al resto de los vehículos secuestrados, desde la fiscalía se informó que están en proceso de decomiso.

La fiscalía logró demostrar en el juicio cómo se planificó y se llevó adelante el tráfico de los 418 kilos de cocaína, que comenzó con las tratativas llevadas adelante por Maximiliano Liquitay, contra quien existe un pedido de captura nacional e internacional.

El fiscal explicó que el denunciante, que dijo ser chofer, sostuvo que le habían ofrecido ser transportista de la organización y que había rechazado la oferta. Aportó, entre otros datos sobre la estructura narcocriminal, las identidades de Yufra, a cargo del transporte, y las de Liquitaya y Liquitay, como los principales responsables.

Un fragmento quemado de una bolsa de cemento cuyo contenido fue utilizado para ocultar la cocaína en el semirremolque. – Foto: Gendarmería Nacional

Precisó que, entre las medidas que fueron objeto de debate, se destacaron las escuchas telefónicas, pues de allí surgieron datos precisos sobre la operación de tráfico de la cocaína, tanto al momento de los preparativos previos como durante el transporte.

Toranzos sostuvo que de esa forma se estableció que la organización había comenzado con las maniobras entre el 6 y 7 de noviembre del año pasado, fechas en las que Yufra realizó un llamado a otra persona para organizar un viaje, mientras que Liquitaya adelantó que el 12 de ese mes (cuando finalmente fue interceptado el cargamento) viajaría a Tucumán. Liquitay también reveló que, para ese día, estaría en Buenos Aires.

“Prendé velas”

El fiscal relató que el 8 de noviembre el camionero habló con su pareja y le pidió que quemara “las bolsas de cemento” y que hubo otros contactos con Ramírez y Giménez -apodado “Rojito”- para que ayuden en esta tarea. La alusión a la quema de las bolsas de cemento fue literal, puesto que en la operación se utilizó el contenido para ocultar la droga en el semirremolque y habían quedado vacíos los recipientes de cartón. En efecto, en las tareas de investigación se hallaron restos de bolsas quemadas.

Los acusados Yufra, Giménez y Ramírez, escoltados por agentes del Servicio Penitenciario Federal

Marcó que, previo a ello, entre el 10 y el 11 de ese mes, el camión que conducía Yufra -con Ramírez de acompañante- sufrió un desperfecto en la localidad de Antillas, en el sur de la provincia de Salta. Precisó que, con la excusa de evitar algún accidente dado el porte del camión, una patrulla de la Gendarmería Nacional se presentó y realizó una requisa de rutina.

El fiscal explicó que el camión tenía un rodamiento roto, por lo que el chofer estaba a la espera de que un enlace local llegara con un repuesto. En ese contexto, se avanzó con la requisa con un can y un escáner móvil, pero sin éxito.

Por ejemplo, el fiscal remarcó una comunicación de Yufra con su pareja, quien estaba al tanto de la maniobra, en la que el camionero relata el preciso momento en que los uniformados se presentaron. El conductor le hizo un ruego a su esposa: “Prendé velas porque llegaron las aceitunas”, le dijo, en alusión al color del uniforme de los gendarmes.

Un primer examen del vehículo con canes adiestrados y un escáner móvil no detectó el estupefaciente. Para ello fue necesario trasladar el camión al  escuadrón de Burrucayú

Añadió que, tras la retirada de los gendarmes, los acusados se sintieron relajados. Pero explicó que, por el contrario, desde la fiscalía se profundizó el cerco sobre el camión, que ya había salido de territorio salteño e ingresado a la localidad de 7 de Abril, en Tucumán, donde fue interceptado y trasladado hasta el escuadrón de Burruyacú, cercano al lugar, el 12 de noviembre.

El fiscal explicó que en las tareas de inspección se descubrió finalmente que la droga había sido sepultada por miles de kilos de cemento, lo que demandó un gran esfuerzo por parte de los gendarmes de ese escuadrón, quienes debieron ingresar dentro de la tolva, cavar con herramientas improvisadas y sin el equipamiento de bioseguridad.

Uno de los camiones secuestrados en la investigación.

Tras resaltar la dedicación de los gendarmes, el fiscal señaló que se pudieron descubrir los paquetes de droga y culminar el operativo con la detención de los acusados y el secuestro de los 418 kilos de cocaína, de entre un 72 a 91% de pureza y una capacidad para obtener 3.321.490 dosis, una cifra que supera dos veces la población de la provincia de Salta.

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