El ministro de Salud Federico Mangione demoró tres meses en dar “instrucciones” al gerente del hospital Oscar H. Costas para que realice las respectivas denuncias penales por las irregularidades detectadas en el nosocomio local.
Un directivo de escuela al detectar que falta un foco o una escoba en el establecimiento escolar debe formular inmediatamente la denuncia policial. No espera ningún informe de Sindicatura porque es su responsabilidad como custodio del patrimonio público y tiene a disposición el inventario de bienes de la institución.
El grupo electrógeno. Desde mediados de agosto los funcionarios de Salud ya tenían conocimiento del grupo electrógeno que estaba en manos de un vecino. En septiembre un abogado formula la denuncia en Fiscalía –ninguna señora-, en octubre actúa la Brigada de Investigaciones y a fines de noviembre el Ministerio dio instrucciones para recurrir a la Justicia.
Los aires acondicionados y todas las cosas que faltan. Mangione no se refirió a la versión de la devolución de “tenedores” de dos o tres aires acondicionados. Tampoco le preguntaron en las entrevistas que brindó a los medios locales. Con respecto a la cantidad de equipos que no están, ya no dijo que eran 8, ahora declara que “no se sabe nada de eso”. De pronto le agarró amnesia y se olvidó lo que dijo en la última visita. Quizá en la próxima conteste: ¿de qué aires me están hablando? Eso fue una fake news. Culpa de los medios o los opositores porque está cerca la campaña”.
A raíz de esta postura oficial pareciese que la impunidad está pactada. Los que vendieron y compraron los aires acondicionados deben estar aliviados. Total, ya lo expresó el propio ministro: no se sabe nada.
De los equipos de aire acondicionado tampoco se sabe nada
Dios sabrá. ¿Qué denunció o denunciará el gerente Aguirre? Solo lo sabrá él, Mangione y la buena gente de Fiscalía. Aquí un breve listado de lo que falta en el nosocomio local: aires acondicionados, heladeras, camas por el Covid-19, respirador artificial, horas cobradas y no trabajadas, entre otros.
¿En busca de un perejil? “Lo vamos a echar, cumpliendo con las normativas que corresponden. Yo no quiero ladrones en mi equipo”, dijo un envalentonado ministro. Por el modus operandi del Ministerio de Salud, de no denunciar en tiempo y forma, de dilatar las denuncias judiciales, de archivar lo que compromete al Gobierno, quizá tengan en la mira a un empleado de baja jerarquía, en particular por los dos grupos electrógenos decomisados, y culparlo de todos los males. Es lo que esperan con ansias los involucrados, los directos y los indirectos. Esto no hubiese sucedido sin la complicidad de la cúspide del poder.
Un dato excluyente: nada de esto se sabría sin la denuncia del Dr. Luis Zavaleta, una rareza que nadie lo mencione ni tampoco lo entrevisten. A esta altura un justiciero sin capa ni antifaz. De los que escasean y por eso estamos como estamos.
Por Fernando Barros