En un acto de desesperación y frustración, la comunidad indígena de Alto la Sierra, liderada por dos caciques, le prendió fuego a una casa utilizada para la venta de drogas y fiestas sexuales con adolescentes.
Según denuncias, las autoridades no tomaron medidas efectivas a pesar de los numerosos reclamos.
La comunidad, cansada de la inacción de la policía y la justicia, decidió tomar el asunto en sus propias manos. “Nos cansamos de hacer denuncias y no pasó nada, hasta que actuamos nosotros”, manifestó un miembro de la comunidad.