El municipio debe recaudar y al intendente, Eugenio Herrera y al Concejo “Delirante” de Iruya no se le ocurrió mejor idea que cobrarle a quienes visitan el pueblo convertido en una de las principales atracciones turísticas de Salta.
A partir de junio los turistas nacionales y extranjeros que llegan a Iruya deben abonar cada uno una tasa de $4.000 pesos y los argentinos $ 2.000, además de $ 1.000 de estacionamiento.
Esta medida sorprende a los visitantes tanto nacionales, extranjeros y a los propios salteños y causó malestar entre los residentes del pueblo ya que señalaron que esto puede afectar al turismo y a los comerciantes de la zona.
También despierta sospechas con el destino final que se le otorgarán a los fondos recaudados.