El hospital Dr. Arturo Oñativia, cuenta con la única Cámara Hiperbárica en Salta y ya realizó desde su donación 5.600 sesiones.
Este dispositivo médico se trata del primero de estas características desarrollado en Argentina, y fue fabricado y donado al hospital Oñativia por, Jorge Heit y es utilizado para la rehabilitación y cicatrización de los tejidos, a partir del oxígeno hiperbárico.
El paciente ingresa a un ambiente presurizado respirando oxígeno al ciento por ciento por mascarilla, obteniendo los beneficios generados por la hiperoxia. Allí, la persona obtiene sinergia en los tratamientos de diversas situaciones clínicas, deportivas y su rehabilitación, recupera salud y produce un efecto regenerativo en los tejidos del cuerpo por la mejora en su metabolismo.
Jorge Heit, el fabricante de la Cámara Hiperbárica
Durante este proceso, el oxígeno llega al cerebro, cartílagos, huesos y tejidos, incluyendo el nervioso, que por alteraciones circulatorias diversas no lo reciben adecuadamente. De esta manera, se aceleran los tiempos de recuperación.
En el Oñativia se realizan hasta 15 sesiones diarias, 9 por la mañana y 6 a la tarde para pacientes que llegan de distintas localidades de la Provincia.
Actualmente por disposición del ministerio de Salud, a cargo de Federico Mangione con el fin de efectuar recortes en Salud y realizar recortes presupuestarios se van a quitar horas guardia, y el servicio se verá seriamente afectado y pasaría a realizar 4 sesiones diarias, estimando los pacientes que en algunos meses la cámara dejará de utilizarse.
Enérgico reclamo de los pacientes
La Cámara en el taller en plena fabricacion
Esto provocó un enérgico reclamo de pacientes que utilizan el servicio que enviaron notas tanto al Gobernador, Gustavo Sáenz como al ministro de Salud, Federico Mangione.
Destacan “los abajo firmantes pacientes del Ministerio de Salud Pública de la provincia de Salta y usuarios del Servicio de Medicina Hiperbárica del Hospital Público de autogestión Dr. Arturo Oñativia, nos dirigimos a usted y por su intermedio a quien corresponda para hacerle saber que de manera intempestiva las autoridades del hospital Oñativia redujeron de manera abrupta y muy significativa el número diario de prestaciones que se brindan en el servicio de medicina hiperbárica de dicho hospital así como también al personal de salud que trabaja en la misma, reduciendo enormemente el número de sesiones diarias de oxigenoterapia hiperbárica que brinda dicho servicio, perjudicando a los pacientes que asisten a la misma y dejando sin posibilidad de acceso a este servicio de salud a una gran parte de los pacientes que necesitamos de la misma para el tratamiento de los graves problemas de salud que padecemos.
La nota también expresa que “a partir del mes de marzo el hospital ha decidido reducir nuevamente el funcionamiento del servicio, reduciendo el número de profesionales, disminuyendo la cantidad de sesiones, cobrando las mismas a los pacientes a pesar ser carenciados e incluso cobrando las mismas a pacientes que cuentan con obras sociales provinciales como el IPS, perjudicando o impidiendo de esta manera el acceso al mismo a los pacientes que no podemos pagar los honorarios que el hospital nos impone o que no podemos conseguir turnos debido a la reducción del número de profesiones y/o de sesiones diarias de terapia que brinda dicho servicio.
Jorge Heit, un genio solidario
“Hicimos cosas mucho más complejas que esto. Es más, me sorprende la repercusión. Quizás es porque sirve para curar a las personas”, minimizó Jorge Heit, entrerriano de 78 años. Tres años les llevó construir esta hazaña, pero lo consiguieron. Y porque al Taller Santa Anita las acciones solidarias les parecen algo cotidiano -son el único taller que hace microturbinas, para fabricar electricidad, y las dona- decidieron entregar el prototipo terminado al Hospital Arturo Oñativia.
Heit es considerado un prócer en Los Naranjos, donde 113 familias de una de las comunidades kollas que habitan desde tiempos inmemoriales en las selvas oranenses del Alto Bermejo, cuentan con electricidad en sus casas, el destacamento policial, el puesto de salud y la escuela albergue gracias a una pequeña turbina hidráulica que fabricó en su taller y les instaló en agosto de 2007.
La oxigenoterapia
La oxigenoterapia hiperbárica consiste en respirar oxígeno puro en una sala o tubo presurizado. Dentro de ese espacio, la presión del aire se eleva hasta tres veces más que la presión de aire normal, lo que permite que los pulmones puedan respirar más oxígeno del que se sería posible a una presión normal, de acuerdo a lo que indica la Cínica Mayo.
Entre las patologías que permite tratar están la recuperación de músculos, la enfermedad por descompresión (un riesgo del buceo), infecciones graves, burbujas de aire en los vasos sanguíneos y heridas que no cicatrizan como consecuencia de la diabetes o lesiones por radiación. Esto es posible porque la sangre transporta esa cantidad mayor de oxígeno a todo el cuerpo, lo que ayuda a combatir las bacterias y estimular la liberación de sustancias que favorecen la cicatrización.
