Humorista, bailarina, imitadora, conductora, vedette y cantante. Así es la vida de una de las personalidades más polifacéticas del entretenimiento nacional.
En el mundo del espectáculo la belleza genera brillo, pero el talento es el factor definitivo que siempre garantizará la permanencia en el negocio. Es por esta razón que el caso de Fátima Florez resulta muy particular: tiene belleza, talento para el baile, el canto, la actuación y el humor, pero su don camaleónico para encarnar a reconocidas figuras de la vida publica nacional y hasta estrellas internacionales es lo que la distingue del resto.
Se cree que en su repertorio artístico, Fátima puede encarnar al menos cien perfiles distintos. Todos ellos, como resultado casi dos décadas de experiencia entre el teatro y la TV.
Fátima Florez, la imitadora más reconocida del país y las mil y un caras de su carrera artística
Desde divas indiscutibles como Moria Casán, Susana Giménez o Mirtha Legrand, estrellas de talla internacional como Shakira, Madonna y Xuxa o mujeres políticas como Cristina Fernández y Eugenia Vidal, su capacidad no parece tener límites ni siquiera de género. De hecho, hace semanas sorprendió al demostrar que podía meterse en la piel de su propio novio, el candidato presidencial Javier Milei.
Sin embargo, una carrera de éxitos conlleva por defecto a ciertos escándalos inevitables. Fátima cosechó en su camino algunas diferencias con varias de sus fuentes inspirativas, como Moria Casán y Silvia Süller, quienes en el último año amenazaron con demandarla por el uso no autorizado de su imagen. Solo la Justicia sabrá resolver estas “diferencias irreconciliables” a nivel creativo.