La víctima de 22 años sufrió graves heridas en la cabeza, fractura del tabique y quedó inconsciente tras la brutal golpiza.
Nazareno Urraco tiene 22 años y de un momento para otro, fue brutalmente atacado a golpes y patadas por cuatro hombres en medio de una discusión de tránsito. Como resultado del feroz ataque ocurrido en Casilda, en Santa Fe, el joven sufrió graves heridas en la cabeza, fractura del tabique y pronunciados hematomas en todo el rostro. “Fue terrible. Podrían haberlo matado”, s El hecho, que ocurrió cerca de las 5 de la madrugada del último sábado, causó gran conmoción entre los vecinos de esa ciudad ubicada a 56 kilómetros de Rosario, ya que fue grabado por una persona con su teléfono celular y las imágenes se viralizaron e hicieron recordar al ataque que sufrió Fernando Báez Sosa en Villa Gesell y que causó su muerte tras una golpiza a la salida de un boliche.
De acuerdo al relato de Nazareno, el sábado transitaba en su auto por una calle de Casilda y, al llegar a la zona de Boulevard 25 de mayo y calle Buenos Aires, otro vehículo lo encerró, lo que lo obligó a realizar una maniobra para evitar un choque y originó una posterior discusión de tránsito. Según dijo, cuando se bajó del auto para pedirles explicaciones a los ocupantes del Ford Fiesta de color gris por la peligrosa maniobra, “ahí se bajaron cuatro jóvenes, señaló Oscar, el papá de la víctima, visiblemente consternado.
En diálogo con Canal 3 de Rosario, contó que eran cuatro hombres y una mujer y que, tras algunos dichos, comenzaron a golpearon con brutalidad. “Me bajé enojado y los encaré: ‘¿Por qué no manejas bien?’. Cuando me di cuenta se bajaron cuatro. ‘No pasa nada, amigo. Ya fue’, les dije. Pero se me vinieron encima y me entraron a pegar. Me defendí hasta que no pude más”, relató el joven visiblemente malherido.
Además, agregó que ninguno de los agresores le tuvo “piedad” y que lo golpearon “como a un perro” hasta dejarlo inconsciente. “Pensé que cuando caí al piso, no tenía más fuerzas y pedía lo que Dios quiera. Cuando estaba ahí no sabía qué pensar. Después terminé inconsciente en el piso, seguro un minuto. Me pisaron la cabeza y no podía decir nada, porque gritaba de dolor. Eran todas patadas a mi cabeza”, dijo.
Su relato, coincide con lo que se aprecia en un video sobre la brutal golpiza que circuló más tarde en las redes sociales. “No me mataron porque no pudieron. Tienen que pagar por lo que me hicieron, estoy vivo de milagro”, afirmó. Con graves heridas en su cuerpo, Nazareno fue trasladado a un centro asistencial y, según pudo observarse en las imágenes que se viralizaron, quedó con su rostro desfigurado por los golpes.