Dos delincuentes armados asaltaron una carnicería en Barrio La Paz en el sur de la ciudad
Un fantástico y cinematográfico asalto a mano armada sufrieron los empleados de una cadena de carnicerías de un conocido frigorífico a nivel nacional que tiene una sucursal sobre ruta 26, frente a barrio La Paz en el sureste de la capital.
Los delincuentes llegaron a las 13.22 en una motocicleta 110 cc que estacionaron en la calle, frente al local comercial. Ingresaron con los cascos puestos y sin mediar palabras encañonaron a cinco empleados y tres clientes, quienes quedaron congelados por la actitud amenazante del sujeto que portaba una pistola, quien para que entiendan que no era una joda remontaron la corredera de un arma, al parecer 9 milímetros, y comenzó a amedrentar a los presentes.
Su cómplice fue directo a la caja registradora, la cual abrió de manera violenta encontrándose con 50 billetes de cien pesos, es decir solo 5.000 pesos que era el cambio para la caja, ya que por los precios oscilantes de los últimos días los clientes ayer no concurrieron como siempre lo hacían, o compraron a través de tarjetas o transferencias.
No hallar dinero ofuscó al delincuente que comenzó a buscar algún escondite, pero no halló nada, ordenando al gatillero salir tranquilamente a la calle escondiendo el arma.
De esa manera culminó el asalto que al parecer estaba planeado, solo que no contaron con el dato que la crisis había planchado las ventas de sábado en materia de asado o cortes Premium.
El Tribuno dialogó ayer tarde con el encargado del negocio, Darío, quien relató que “a las 13.20 ingresaron dos motociclistas y sin más nos encañonaron al grito “la plata, dónde está la plata, dame la plata”.
“Quedamos helados, y ahí uno de ellos fue a la caja y tiró todo buscando la plata, que desgraciadamente para ellos no existía. Había solo billetes de cambio, cinco mil pesos quizá.
El pistolero nos apuntaba un rato a cada uno, tenía el arma remontada y ya ni respirábamos, el cómplice buscaba y buscaba, pero no había, tampoco le dijimos nada, estábamos mudos”, relató Darío.
Luego relató que dieron aviso a la policía, que se encuentra solo a cien metros y poco después llegaron los investigadores y decenas de policías, pero no había nada, ni siquiera se llevaron un poco de carne ni tocaron ninguna parte que no sea la zona de la caja registradora”, relató.
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