La titular de la cartera de Salud encabezó en Salta la reunión habitual del COFESA luego de la polémica suscitada por los dichos de una mujer que le agradeció públicamente una gestión realizada durante la cuarentena de 2020.
Luego de que la presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético, Sylvia Brunoldi, revelara públicamente que Carla Vizzotti le había permitido ver a su marido internado por COVID cuando las leyes no lo permitían, la ministra de Salud habló públicamente del caso.
“A la señora se le murió el marido”, justificó en diálogo con Cadena 3. Y luego evitó profundizar sobre este caso puntual: “Yo no voy a hablar de las personas ni voy a hablar de instituciones porque no voy a entrar en eso de traer ese momento de dolor, personalizarlo y querer generar más”.
“Estábamos en un foro de sociedades científicas haciendo un estado de gestión. El Estado acompañó a los familiares, y los protocolos se cambian de manera dinámica. Que alguien piense que un ministro estaba disfrutando de este momento, se equivoca. Estábamos pensando cómo se moría la menor cantidad de gente posible”, agregó Vizzotti.
Durante un encuentro realizado esta semana en el Centro Cultural Kirchner, Brunoldi contó que en agosto de 2020, cuando aún no se había dictado el decreto que permitió las visitas de acompañamiento a familiares que estaban internados en grave estado, una gestión de la entonces Secretaria de Acceso a la Salud le permitió despedirse de su marido, que falleció horas después.
Cuando Brunoldi perdió a su esposo, aún faltaba una semana para la publicación del decreto que relajaba la prohibición de las visitas. Según ella, Vizzotti intervino personalmente para que pudiera visitar a su esposo.
Las declaraciones de Vizzotti de este viernes fueron realizadas en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA), que se reunió en Salta. Según supo Infobae, la funcionaria lloró frente los ministros de todo el país durante el encuentro privado.
En el reportaje, defendió su accionar. Dijo que no hubo privilegios y que la difusión del caso busca “generar más dolor en la gente que estuvo sufriendo”.
“El 10 de agosto de 2020 surgió un protocolo de acompañamiento a familiares de personas internadas durante la pandemia con recomendaciones, varias provincias lo estaban implementando, en el marco legal que acompañó a toda la evolución de la situación. No hubo ningún favoritismo”, detalló la Ministra.
Además, argumentó que “la restricción de las visitas era porque no había equipo de protección personal en el mundo y se utilizaba para los médicos que estaban prestando cuidado a esos pacientes”.
El enojo del papá del Solange Musse
“Son todos impunes, a impunidad da asco en la Argentina”, sostuvo en Pablo Musse en declaraciones radiales, a quien no le permitieron darle el “último adiós” a su hija Solange, enferma de cáncer de mama.
Con su hija en estado terminal, Pablo manejó más de 1.000 kilómetros para despedirse de su hija. Partió desde la ciudad de Plottier, en la provincia de Neuquén, hacia Alta Gracia, en el centro de la provincia de Córdoba. Pero al llegar al acceso de Huinca Renancó, cuatro policías detuvieron su marcha y le impidieron el ingreso por un caso sospechoso de coronavirus. “Tengo todos los permisos. Tengo el resultado del hisopado, tanto que me rompieron las pelotas con el COVID ese de mierda… Me lo hice el lunes y me dio negativo. Estos hijos de puta no me dejaron pasar para ver a mi hija. Esto no va a quedar así”, aseguraba Pablo por aquel entonces, en diálogo con Infoae.
Un día después de esta incómoda situación que vivió Pablo, su hija Solange, de 35 años, murió como consecuencia del cáncer que ya había hecho metástasis en los huesos, en el pulmón y en el hígado. Y debido a las regulaciones vigentes de aquel momento, se despidió sin el afecto de sus amigos y familiares.
“(Sylvia Brunoldi) Ella tuvo la suerte de poder estar con su marido para el último adiós. Lamentablemente, ya no sorprende nada. Uno ya sabe cómo se maneja el poder. Lo que han hecho en la pandemia es triste y lamentable para la sociedad, porque no pudimos despedirnos de nuestros seres queridos”, sostuvo Pablo.
Y agregó: “Lo único que está claro y duele es que estos hijos de su madre se dieron cuenta de que la gente se estaba muriendo sola y modificaron el decreto unos días posteriores al fallecimiento de Sol. No nos sorprende toda la mierda que hicieron”.
Críticas de la oposición
Néstor Grindetti, precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, por el sector de Patricia Bullrich, escribió en su cuenta de Twitter que “mientras muchos argentinos morían por Covid y sus familiares no podía despedir a sus seres queridos, los amigos del poder sí lo hacían”, acompañado por una foto de Infobae donde se consignaba la información.
Algo similar posteó el diputado nacional Cristian Ritondo, jefe de bloque del PRO en la Cámara Baja: “Mientras miles de familias no pudieron despedir a sus seres queridos, ellos autorizaron a sus amigos y militantes a que lo hagan. La patria es el otro, decían”.
Paula Oliveto, diputada de la Coalición Cívica, le manifestó a este medio que “este gobierno ha hecho lo peor para un ser humano. Privilegios para vacunarte y conservar la vida y privilegios para que unos pocos puedan despedir a sus seres queridos. Muchos de nosotros los vimos salir por una puerta y no los vimos nunca más. Eso es un dolor muy grande que está en la historia personal y familiar de muchos argentinos. Lo que han hecho no tiene perdón de Dios. Y que la Justicia todavía no lo sancione, tampoco. Esperemos que los argentinos en las urnas al momento de votar recuerden que mientras muchos estábamos encerrados, perdiéndolo todo, viendo partir a nuestros seres queridos. Por los que no están, por los familiares a los que les duele esto en el corazón, que nunca va a sanar, por todos ellos, memoria y justicia”.