Un nene de 2 años falleció por desnutrición y una nena de 9 años murió luego de esperar durante casi una semana atención médica.
Sin embargo, días pasados desde el Ministerio de Salud de la Provincia afirmaron que este año no se habían producido muertes por desnutrición en Salta. Se sospecha que en los certificados de defunción no se ponen las causas verdaderas de la muerte cambiando desnutrición por fallas cardíacas o infecciones generalizadas.
En el último mes dos niños perdieron la vida en la provincia de Salta, por diferentes razones que emergen en la marginalidad y el desamparo. Un niño murió por desnutrición, en tanto que una niña falleció mientras esperaba atención médica que se demoró casi una semana. Ambos pertenecían a la comunidad wichi, sector que representa la mayor muestra de la emergencia socio sanitaria que azota a la provincia, y a su vez, de la falta de respuestas de las autoridades provinciales a una extrema y delicada miseria, cuyo principal desencadenante es una mortalidad infantil en crecimiento.
En la apertura de las sesiones legislativas provinciales, el gobernador Gustavo Sáenz expresó que “algo hemos cambiado la realidad dolorosa con mucho esfuerzo”, en referencia a un sector tan postergado de la población como la comunidad wichi. Sin embargo, pocos días después de aquel discurso, una nena de 9 años murió mientras esperaba ser atendida en el Hospital San Roque, en la localidad de Embarcación, departamento de San Martín.
Al respecto, la familia de la pequeña detalló que el pasado lunes 6 de marzo la menor arribó al centro de salud, acompañada por su mamá, con un cuadro febril. En aquella oportunidad, según el relato de sus seres queridos, sólo la atendió una enfermera, quien le suministró un analgésico y le ordenó volver a su casa. Sin embargo, el jueves regresó al establecimiento sanitario, y tras una hora aguardando la llegada de un pediatra, la nena perdió la vida.
El lamentable deceso desnudó una vez más la emergencia socio-sanitaria, que impulsó la intimación de la Defensoría de la Infancia y la Niñez de la Nación a la propia gobernación. En este caso, la tía de Brianna remarcó que no le brindaron asistencia a tiempo, escasez de turnos de atención y ausencia de profesionales. Por si fuera poco, no se establecieron los causales del fallecimiento, porque no se realizó la autopsia por falta de médicos forenses.
Al mismo tiempo, en los últimos días tuvo lugar otro saldo fatal de la miseria que noquea a la comunidad wichi: un niño de 2 años murió por desnutrición. En referencia a tan lamentables sucesos, la docente y referente social Daniela Planes consideró que “estas tragedias ponen de manifiesto la situación de las comunidades frente a un Estado que es racista, que tendría que emplear los recursos para resolver esta situación ya”.
A su vez, haciendo alusión a las afirmaciones del gobernador Sáenz sobre una supuesta mejora en las condiciones socioeconómicas de dicho pueblo aborigen, Planes enfatizó que “da mucha bronca cuando él hace un mes, en la apertura de sesiones de la Legislatura hablaba de los niños wichi con lágrimas de cocodrilo, mientras la emergencia socio sanitaria ya lleva tres años, producto de un sistema de salud colapsado y falta de acceso a servicios básicos como el agua potable. Es urgente invertir las prioridades”.
Los decesos de Brianna, y del niño de 2 años, en Embarcación, agudizan la mortalidad infantil, que camina de la mano con los índices de muertes juveniles, cuya principal causa es el alcoholismo, al cual se sumergen muchos chicos originarios ante la falta de oportunidades y derechos en la provincia de Salta.
Diario Crónica
