Los del Loco perdieron 4-3 en Anfield en su debut en la Premier League. Mohamed Salah anotó un triplete (dos de penal) y le dio el triunfo a los de Klopp sobre la hora
La Premier League levantó su telón en la temporada 2020/2021 y en Anfield brindaron un espectáculo magnífico Liverpool y Leeds United. Los dueños de casa iniciaron con el pie derecho la defensa del título ante un conjunto de Marcelo Bielsa que le plantó cara pese a ser uno de los recién ascendidos: fue 4-3 agónico para los Reds.
El encuentro tuvo ritmo frenético desde el amancer. Mohamed Salah encontró la mano de Koch en un remate y aprovechó la ocasión para adelantar a los suyos, de penal, en el tercer minuto de juego. Pero los del Loco reaccionaron con un golazo de Jack Harrison, quien controló como extremo izquierdo y se cerró antes de sacar un latigazo que se metió en el primer palo.
Los idas y vueltas no cesaron y la visita empezó a sufrir a través de la pelota parada. Virgil van Dijk facturó en un tiro de esquina para despegarse de su marcador Koch y metió con pelota y todo adentro del arco al joven guardameta Meslier. Casi de inmediato, el defensor holandés considerado entre los mejores del mundo tuvo un grosero fallo en la última línea que le permitió a Patrick Bamford igualar la historia nuevamente.
En la primera parte quedó tiempo para una emoción más: Leeds no se distribuyó bien en una bola quieta y el tiro libre al área derivó en el despeje de cabeza de Pascal Struijk, quien dejó solito y solo a un Salah que no perdonó. El egipcio sacó un bombazo que se clavó en el ángulo y sentenció el 3-2 parcial antes de ir a los vestuarios.
Pareció algo aturdido el Leeds en el arranque del complemento y Liverpool estuvo a tiro de ampliar la ventaja. De a poco los de Bielsa fueron haciendo pie, recuperaron el oxígeno luego del gran desgaste de la primera mitad y lograron empardar otra vez gracias a una magnífica excursión ofensiva del polaco Mateusz Klich, quien se coló en el área rival y con una volea puso el 3-3 en la chapa.
Los de Klopp perdieron la brújula cuando promediaba la etapa final y casi quedan en desventaja con un tiro libre lejano de Kalvin Phillips que salió a centímetros del palo derecho de Alisson Becker. Conforme transcurrieron los minutos, los Reds intentaron llevar contra las cuerdas a su adversario y lo consiguieron esporádicamente. Generaron peligro por la vía aérea con van Dijk (gol anulado cerca del final por una falta en ataque), hicieron revolcar a Meslier y obligaron a cierres milagrosos a los exhaustos defensores de Leeds.
A falta de tres minutos para el final fue Rodrigo Moreno, fichaje más caro de la historia de los Blancos, quien cometió un penal insólito contra Fabinho. El español que había ingresado en el segundo tiempo mostró que no tiene oficio para la marca y le simplificó la cuestión al mediocampista oponente, que esperó el contacto y generó otra pena máxima. Salah, implacable desde los 12 pasos, cambió el tiro por gol e inclinó la balanza 4-3 de forma definitiva. De yapa, se llevó el balón por el hattrick.
Resultado positivo para el último campeón de la Premier que más allá de padecer en algún lapso del cotejo hizo valer su jerarquía. El Leeds de Bielsa se fue con las manos vacías y la impotencia a cuestas pero sin lugar a dudas su promisoria actuación le hará tomar nota a más de un equipo en la liga británica. Lejos estuvo de refugiarse frente al dueño del trono y probablemente esta sea la tónica a lo largo de su primera temporada en la máxima divisional británica después de un letargo de 16 años.