Los tiros que recibieron Máximo Jerez y sus primos, también menores de edad, tenían como blanco a una mujer de la banda de Cristian Villazón, un narco preso por un triple crimen.
Máximo Jerez tenía un sueño: salir campeón con su equipo de fútbol y ganar una bicicleta. Pero ese anhelo se cruzó con una de las tantas balaceras que azotan a Rosario. El nene de 12 años asesinado y sus tres primos -que también resultaron heridos- no eran el blanco del ataque. Las balas buscaban a una mujer ligada a la banda de “Los Salteños”, liderada por Cristian Carlos Villazón, un narco condenado a 15 años de prisión por un triple crimen de una familia.
Fuentes del caso indicaron que el móvil del ataque por el que murió Máximo sería un conflicto entre las organizaciones criminales que operan en ese punto del Noroeste de la ciudad, y que los menores recibieron por error los tiros, cuando se dirigían a un kiosco del asentamiento “Los Pumitas”, del barrio Empalme Graneros.
Villazón, de 25 años y apodado ‘El Salteño’, está preso en la cárcel de Piñero y tiene registrado su domicilio en la calle Cabal al 1.300, en esa misma cuadra en la que Máximo recibió el tiro que lo mató. Al mismo tiempo, la escena ocurrió muy cerca de una construcción que funciona como búnker del narco, señalaron las fuentes.
El objetivo del ataque de los sicarios, en tanto, logró escapar, agregaron las fuentes. Luego, agentes de la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) levantaron de la escena tres vainas calibre .40 y realizaron un allanamiento en una vivienda precaria en la que secuestraron una pistola de marca Tanfoglio sin numeración y “una metra tipo cacera oxidada”.
Tras el sepelio del niño asesinado se registraron serios incidentes en uno de los presuntos puntos de venta de la organización narco, en el que un hombre -señalado como dealer de la banda de “Los Salteños”- resultó herido y, junto a sus hijos, debió ser puesto a resguardo por la Policía: se los llevaron esposados. Entre los disturbios, los vecinos y el padre de la víctima aseguraron que las personas que atacaron eran los responsables del destino de Máximo.
“El Salteño”
El 7 de septiembre del año pasado, Villazón fue condenado a la pena de 15 años de prisión por haber sido considerado coautor de un triple crimen ocurrido en febrero de 2020 en Génova y Cabal, a pocas cuadras de donde fue asesinado Máximo. En ese ataque murieron Cristopher Albornoz, de 21 años, su pareja Florencia Corbalán (21) y la bebé de un año y medio, hija de la pareja. De acuerdo a la investigación, los agresores dispararon desde un Ford Focus negro.
En esa causa, la fiscal Marisol Fabbro mencionaba que Villazón se dedicaba a la venta de droga. Al mismo tiempo, el padre de Albornoz es un hombre de 75 años quien estuvo ligado, según investigaciones judiciales, al narcomenudeo en la zona Noroeste. Lo apodan “Caracú”.