Los cuestionamientos se produjeron luego de que La Rioja aprobó una norma que declara “recurso estratégico al litio y sus derivados”.
Una ley riojana que intenta regular la producción de litio provocó el rechazo de otras provincias del norte del país y encendió alarmas en la comunidad empresarial.
Si bien la gran mayoría de los proyectos de litio están en Catamarca, Salta y Jujuy, la medida despertó el rechazo empresarial.
La Rioja es la primera en dar pasos concretos para declarar como “recurso estratégico” al litio, clave como materia prima para las baterías en la industria tecnológica y los vehículos eléctricos.
En la última sesión de la Legislatura provincial del 15 de diciembre de 2022 se aprobó la Ley 10.608 impulsada por el gobierno de Ricardo Quintela que, además, habilitaría a suspender los permisos exploratorios y concesiones ya otorgados.
Con esta norma el Estado provincial también tendría más espaldas para administrar el litio.
Polémica entre provincias por la regulación del litio
Los gobernadores del norte como Gerardo Morales de Jujuy, Raúl Jalil de Catamarca y Gustavo Sáenz de Salta (donde se concentra casi el 100% de los proyectos de exploración y producción de litio del país) se vienen oponiendo a declarar al litio como recurso estratégico en una ley.
Las tres provincias conforman la Mesa del Litio, un espacio desde donde los gobernadores quieren establecer un enclave económico común para el desarrollo de los proyectos.
La aprobación de esta ley generó rechazo por parte de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) por considerar que “impacta gravemente en el sector minero del país en su conjunto”.
La entidad advirtió que le ley aprobada en La Rioja “afecta la estabilidad jurídica”.
La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) expresó su profunda preocupación por la iniciativa y dijo que podría producir la suspensión de permisos de exploración y demás concesiones otorgadas.
CAMARCO precisó que la industria del litio prevé alrededor de U$S 5.000 millones de inversiones en los próximos años, motoriza más de 8.000 empleos y ubica a la Argentina como el cuarto productor mundial.