Un joven integrante de la comunidad Eben Ezer fue hallado sin vida y las actuaciones se encuentran en la Justicia.
Agentes y funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social brindaron acompañamiento a la familia de un joven wichí identificado como Marcos Donato de 19 años de la comunidad Eben Ezer de General Pizarro, que fue hallado sin vida.
Equipos territoriales de la Secretaría de Asuntos Indígenas, asistieron a la familia, mantuvieron un encuentro con ellos y los acompañaron a hablar con funcionarios policiales y judiciales.
La familia pidió el esclarecimiento del hecho, y las actuaciones se encuentran a cargo de la Fiscalía Penal de Apolinario Saravia.
Antolín Donato es el cacique de la comunidad wichí Eben Ezer de Pizarro, y el padre de Marcos, el joven de 19 años que, la tarde del 3 de enero pasado salió a jugar fútbol y no regresó con vida. En un desgarrador relato, Donato detalló con gran esfuerzo a Nuevo Diario que, esa misma noche del tercer día del año, policías llegaron hasta su comunidad preguntando “si faltaba alguien”. En ese momento no estaba su hijo, y al informar esta situación, los mismos efectivos le solicitaron al cacique el DNI del joven y restantes datos para comunicarse.
El hombre facilitó con premura la documentación, y así fue como al día siguiente la policía lo llamó para informarle que su hijo se había suicidado de un tiro en el pecho y que debía retirar el cuerpo y enterrarlo. A partir de allí, las horas de dolor fueron aún más incontables e inexplicables cuando, al encontrarse con el cajón con los restos de Mateo, también se encuentran con la recomendación de la policía “de no abrir el cajón”, consignó en Nuevo Diario.
Envueltos en un profundo pesar, los padres desconocieron el consejo y buscaron despedir a su hijo, encontrándose con lo peor: con un angustiante llanto, Donato explicó que, a la marca del tiro en el pecho, se le sumaba otra en la zona de la nuca, de donde, según relata “todavía salía mucha sangre, estaba todo su cuerpo morado como si lo hubieran cagado a palos”.
La madre de Mateo agregó compungida, que el rostro del joven se encontraba totalmente destrozado, sus genitales mutilados, y sus piernas quemadas. “Esto no fue un suicidio, el acta fue adulterada y nadie nos quiere explicar qué pasó”, insistió el cacique wichí que pidió justicia por su hijo y por otros jóvenes más, que según reveló aparecieron en idénticas circunstancias.
Donato aseguró que del diálogo con la fiscal (de apellido Zigarán, según refirió), la misma le indicó que debía esperar al informe de la policía para poder realizar una denuncia: “No queremos esperar, queremos que aparezca quien es el responsable de la muerte de mi hijo, él fue asesinado”, finalizó en medio del llanto ahogado.