A nueve años de prisión resultó condenado un hombre por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la guarda y por haber sido cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente, continuado, en perjuicio de su hijastra.
Los hechos ocurrieron en Cafayate. El imputado J. J. R. (33) convivía con la víctima ya que era pareja de su madre. La denunciante refirió que el acusado fue a vivir con ella cuando la menor tenía 2 años. Fueron doce años de convivencia. En 2016, él reconoció legalmente a la niña y le dio su apellido.
En abril del año pasado, la damnificada (14) le contó a su mamá que J. J. R. abusaba sexualmente de ella desde que tenía 12 años de edad. Relató que primero comenzó a tocarla en sus partes íntimas y luego la accedió carnalmente.
Dijo que su padrastro le pedía que lo acompañe al domicilio de una señora que cuidaba a su abuela (madre del acusado). Ahí había una habitación, en el fondo, adonde la llevaba para tocarla. Luego comenzó a abusar de ella en su propia casa, cuando su mamá y su hermano no estaban.
La menor manifestó que J. J. R. le ordenaba que no cuente nada, que eso era “entre ellos dos”. También le decía que era su culpa porque ella “lo había buscado”.
La audiencia de debate se llevó a cabo en la Sala III del Tribunal de Juicio. La jueza María Gabriela González ordenó el traslado del condenado a la Unidad Carcelaria 1 y recomendó que realice tratamiento psicológico.