El astro argentino la rompió contra Toulouse, pero volvió a ser reemplazado por Galtier cuando faltaban pocos minutos para el final.
En el Stadium Municipal, el Paris Saint-Germain derrotó al Toulouse por 3 a 0 y volvió a la senda del triunfo. A diferencia de otras temporadas, el conjunto parisino no ganó solamente por arrebatos individuales de sus estrellas, sino que fue consecuencia de un buen funcionamiento colectivo. Uno de los puntos más altos del equipo dirigido por Christophe Galtier fue Lionel Messi, que brindó dos asistencias y tuvo tres oportunidades de gol.
EL SHOW DE MESSI
La tendencia de cómo se iba a desarrollar el encuentro quedó demostrada cuando tan solo había transcurrido un minuto. Mbappé, Messi y Neymar se asociaron dentro del área, generándole serios problemas a la defensa rival. Después de una serie de paredes, el delantero francés intentó gambetear a todos, pero no pudo. Messi intentó aprovechar esta oportunidad y tomó el rebote. Con un enganche dejó en el camino al arquero y sacó un remate, el cual fue bloqueado por un defensor sobre la linea. Esta fue la primera de muchas ocasiones generadas por el argentino.
Cuando parecía que el primer tiempo iba a terminar 0-0, apareció el tridente ofensivo. Verratti buscó a Mbappé, que salió a pivotear y tocó de taco para Messi. El capitán de la Albiceleste, con la simpleza que lo caracteriza, asistió sutilmente a Neymar y el brasileño no falló. Si bien el juez de línea levantó la bandera y marcó fuera de juego, el VAR corrigió esta decisión y fue el 1-0 para el PSG.
A falta de unos segundo para que se cumplan los primeros 45 minutos, Ney quiso devolverle la gentileza a Lio. El 10 estaba en la medialuna y advirtió que el 30 estaba solo por la izquierda. Messi controló y remató antes de que lleguen a marcarlo, pero priorizó la fuerza antes que la colocación y al arquero le bastó con quedarse parado para desviar el tiro.
Messi salió al complemento con la espina de la oportunidad desperdiciada y quiso tomarse revancha de Maxime Dupé con un tiro libre, una especialidad de la casa. La posición de la ejecución era exactamente desde la medialuna del área y el remate del astro argentino fue perfecto, pero el arquero rival estaba inspirado y volvió a ganarle el mano a mano. Algo que no va a olvidar a pesar del resultado final.
A los pocos segundo de esta jugada, Verratti lanzó un exquisito pase para Messi. Entró al área en velocidad, hizo un recorte que dejó en el suelo a un rival y encontró a Mbappé, que definió de primera y marcó el 2-0. Como el gol fue todo del argentino, Kylian lo señalo y lo festejaron juntos. El partido terminó siendo victoria del Paris Saint-Germain por 3 a 0, ya que Juan Bernat (ingresó por Nuno Mendes a los 37′ del segundo tiempo) anotó el último tanto cuando se estaba cumpliendo el tiempo reglamentario.
REEMPLAZO Y OVACIÓN
Cuando faltaban ocho minutos para que termine el duelo, Christophe Galtier tomó la decisión de reemplazar a Messi y poner a Hakimi en su lugar. Este es el segundo partido consecutivo en el que el DT francés lo saca de la cancha (también sucedió ante Monaco). El argentino tuvo un partidazo y fue reconocido por todo el estadio. Si, los rivales lo ovacionaron cuando salió del campo de juego.