El soldado Michael Natahel Verón acababa de ser ascendido y sus compañeros le hicieron el “bautismo” por su logro. La víctima tiene 26 años y podría quedar paralítica.
Un soldado que acababa de ser ascendido fue arrojado por sus compañeros a una pileta sin agua, sufrió graves fracturas y ahora pelea por su vida. Sucedió en la localidad de Apóstoles, provincia de Misiones, el viernes por la tarde, y quedó internado en un estado muy grave.
Se trata de Michael Natahel Verón, de 26 años, quien acababa de ser ascendido a cabo. En ese marco, sus compañeros del Regimiento Monte 30 le realizaron el tradicional “bautismo” en el Club Achalay de la mencionada ciudad, pero todo acabó de la peor manera.
Según denunció su familia, a Verón “lo humillaron, le hicieron bailar, le hicieron tomar bebidas alcohólicas” y, en circunstancias que están siendo investigadas, cayó dentro de una pileta vacía. El impacto le provocó el desplazamiento de la cuarta y quinta vértebra de la columna, por lo que tuvo que ser sometido a una cirugía el viernes y este sábado fue operado nuevamente, aunque los médicos advierten que podría no volver a caminar.
En diálogo con el diario Primera Edición, el coronel comandante de la Brigada de Monte 12, Sergio Jurczyszyn, indicó que primero fue llevado de urgencia al Hospital Madariaga de Posadas y más tarde a un sanatorio privado de la ciudad capital. Si bien en un momento se pensó en la posibilidad de trasladarlo a la Ciudad de Buenos Aires “los médicos nos advirtieron que era muy peligroso moverlo”.
