La imagen habla por sí sola. El resultado, también. Boca afrontó el partido de este sábado en medio de una guerra declarada entre el plantel y el Consejo de Fútbol. La salida de Carlos Izquierdoz del equipo fue la gota que rebasó el vaso. Los jugadores tomaron partido por el capitán, lo extrañaron horrores dentro de la cancha y Marcos Rojo le dedicó su gol al Cali a la vista de todo el mundo, para que quede bien claro de qué lado de la mecha se encuentra el plantel.