El Gobierno trabaja en una reforma tributaria que planea enviar al Congreso de manera conjunta con el proyecto de Presupuesto 2021. Con la intención de hacer más progresivo el esquema, evalúa dos cambios clave en el impuesto a las Ganancias: aumentar la alícuota que pagan las personas físicas en la escala más alta, y llevarla del 35% al 41%, y eliminar algunos incentivos que poseen hoy las empresas que reinvierten, según publica hoy Clarín.
El equipo económico trabaja en definir estos aspectos, proyecto que aún falta que obtengan el visto bueno desde el punto de vista político. Pero se da en momentos en el que el Gobierno necesita mostrar prudencia fiscal e ir hacia un esquema de equilibrar las cuentas públicas, tanto por convicción como por el acuerdo que empieza a negociar con el Fondo Monetario Internacional.
El impuesto a las ganancias, tanto el que pagan las personas como las empresas, es una de las principales fuente de ingresos para el Estado: con un 22% del total de la recaudación tributaria, implica casi un cuarto de los ingresos. Y también fue motivo de intentos de cambios tributarios en los últimos años: desde Axel Kicillof hasta Alfonso Prat-Gay, cuando pasaron por el Palacio de Hacienda, intentaron modificarlo ampliando el rango de la base imponible.
Pero para los analistas, dada la elevada presión tributaria, no ven margen a que se puedan implementar cambios en el esquema que incremente lo que pagan los contribuyentes, al menos que se haga una reforma integral.