Tras el ataque, la mujer se justificó y dijo que sus exjefes editaron el video para perjudicarla. Después de la denuncia de los dueños del comercio, la detuvieron.
Tras haber sido notificada de su despido como empleada de un supermercado en Rafaela, Santa Fe, una joven reaccionó con un ataque de furia totalmente inesperado.
Destrozó la góndola de vinos en pocos segundos: tiró al piso prácticamente todas las botellas, que estallaron en el piso. Terminó detenida. “Me cegó el enojo”, dijo.
Tras una discusión que terminó con el despido de Evelyn Roldán, de 25 años, la joven estalló en un ataque de furia que la hizo arrojar al piso numerosas botellas de vidrio de una de las góndolas del comercio.
Ante esta situación, los dueños del local dieron aviso a las autoridades y la exempleada terminó detenida en la Alcaidía de la ciudad santafesina.
Su reacción del lunes quedó grabada por las cámaras de seguridad del local, y el video rápidamente se viralizó en las redes. En las imágenes, se ve que Roldán queda inmersa en un completo estado de furia.
Ocurrió dentro del establecimiento llamado “Apolo”, situado en la calle Brasil al 700.
Tras el episodio, la chica reconoció que estalló, entre otras causas, “por las injusticias” que atravesó durante su paso por ese comercio. “Lamentablemente en ese momento me cegó el enojo, la bronca, el tragarme los maltratos, los retos, el ninguneo, y hasta ‘manotazos’ o insultos por no perder el ‘trabajo’”, dijo en diálogo con El Litoral.
También acusó a sus ex empleadores de editar el video “a conveniencia”. Según su relato, en la primera parte de esa filmación, que no trascendió, ella había hecho su descargo “cara cara”, con la persona encargada del local.
Como respuesta, indicó, no solo recibió “un despido sin justificación” sino que además fue “ignorada y corrida” del lugar sin obtener una explicación.
Roldán reconoció que su respuesta ante la situación no fue la mejor, pero explicó que se vio desbordada porque consideró que no le reconocieron el tiempo invertido en ese trabajo.
“Estuve mal, y pagué como la ley así lo decidió, todo el daño que hice. Te largan así, con una mano atrás y otra adelante, de un día para el otro, sin siquiera darte razones, una explicación, una disculpa, al menos”, se descargó.
“Fui una buena empleada, respetuosa, siempre a disposición, porque desde limpiar pisos hasta cortar fiambre o atender una caja lo hice con muchas ganas”, argumentó la joven. “Las injusticias a veces no se ven del otro lado, y a mí me jugaron en contra todas esas cosas al momento de reaccionar”, agregó.
Ya más tranquila, contextualizó lo sucedido y pidió no juzgar. “Quería que la gente que vio el vídeo y opinó sin saber, sepa que detrás de tan grande brote nervioso hay muchas cosas”, justificó Roldán. “Yo seguiré el camino legal como corresponde, confiando en que en algún lado hay justicia para los buenos también, y que no hace falta mover cielo y tierra para encontrarla”, cerró.