El que tenía que cuidar a los presos les vendía drogas

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Cinco personas entre las que también se encuentra el funcionario y un interno del Servicio Penitenciario, fueron condenadas por el delito de comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada. El fiscal Penal de UFINAR, Santiago López Soto, representó al Ministerio Público Fiscal durante el juicio.

La Sala 3 del Tribunal de Juicio del distrito Centro halló culpables al Sargento Primero del Servicio Penitenciario, a un interno de la unidad carcelaria y otras tres personas del delito de comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada.

El fiscal Penal de la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR), Santiago López Soto, representó al Ministerio Público Fiscal durante el juicio que inició el 9 de mayo pasado.

Rodrigo Esteban Martínez, quien prestaba servicios en la Unidad Carcelaria 1 del Servicio Penitenciario Provincial con el cargo de Sargento Primero, fue condenado a la pena de cinco años de prisión de cumplimiento efectivo por comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada, agravado por cometer el hecho en el interior de un lugar de detención y por ser un funcionario encargado de la guarda de presos. El juez ordenó su inmediata detención y traslado a una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario.

El interno de la Unidad Carcelaria, Ramiro Gustavo Tejerina fue sentenciado a siete años de prisión de ejecución efectiva por comercialización agravada cometer el hecho en el interior de un lugar de detención; unificando con sentencia anterior en una pena única de 12 años.

Rodrigo Sebastián Medina fue absuelto por el principio Non bis in ídem, dado que ya había sido investigado y juzgado por el mismo hecho en la Justicia Federal.

Por su parte, María Natalia González y Rodrigo Agustín Cardozo fueron condenados a seis y cinco años de prisión por comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada; mientras que la sentencia Pablo Roberto Mamaní fue de tres años y dos meses de prisión efectiva por considerarlo partícipe secundario por el delito de comercialización de estupefacientes.

La causa

La detención de las seis personas se produjo el 30 de octubre de 2020, luego de tres meses de una investigación que llevó adelante la UFINAR en la que se determinó que Ramiro Gustavo Tejerina, de manera telefónica desde el interior de la Unidad Carcelaria, era el encargado de conseguir las sustancias estupefacientes. Esta tarea la realizaba junto a su pareja, María Natalia González, quien luego la fraccionaba y la distribuía a otros de los imputados para que éstos se encarguen de su comercialización y luego recaudaba el dinero producto de la venta. González contaba con la colaboración de su hijo Rodrigo Agustín Cardozo González.

Por su parte, el Sargento Primero del Servicio Penitenciario prestaba colaboración en la organización ingresando distintos elementos prohibidos al penal.

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