Le entregaron el cuerpo de su beba, la cremaron, después los llamaron de la morgue para decir que se habían equivocado

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Una familia perdió a su bebe de 9 días en el Hospital Materno Infantil, mientras los médicos les informaban que estaba mejorando luego le comunicaron que había fallecido.

Sebastián Cirigliano fue a retirar el cuerpo de su beba fallecida, Abril Cirigliano Martínez, por supuesto neumotórax. Sus restos fueron cremados y al día siguiente los llamaron de la morgue del Hospital Materno Infantil para decirles que se habían equivocado y que le habían entregado el cuerpo de un bebe.

Inmediatamente los padres hicieron una denuncia por mala praxis porque le habían entregado el cuerpo de Eugenio Martínez, hijo de Daniela Martínez.

Actualmente, interviene Verónica Simesen de Bielke, fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, por denuncia de mala praxis y el cuerpo de la menor ya fue trasladado al Servicio de Tanatología Forense.

“Todo estuvo mal desde el día uno. La hicieron esperar a la madre 26 horas hasta que nació la bebé. La dejaron tirada desde las 5 de la tarde y a mí recién me dejaron entrar horas después”, comenzó contando Sebastián Cirigliano, el papá de Abril, la bebé fallecida, a El Expreso de Salta. “La llevaron a neonatología, en primer momento dijeron que era hipertensión pulmonar, pero a medida que pasaban días, los médicos y enfermeros decían enfermedades y patologías distintas, no nos coincide el resultado final de que haya fallecido por un neumotórax pulmonar y no entiendo por qué le fueron sacaron cosas -máquinas, respirador, etc.- porque fue como entregarla a la muerte”, lamentó. Así estuvo durante 9 días la pequeña y, de hecho, horas antes el médico aseguró que se encontraba estable y hasta la madre pudo corroborarlo, por lo que estaban tranquilos; es por esto que la familia cuestiona el parte médico “ya que no coincide”.

“Fuimos a la morgue para reconocerla y la madre estaba en shock y angustiada que quedamos que ella iba a esperar afuera. El morguero dijo que la eché, jugando con la salud de una persona y no tiene por qué meterse”, contó Cirigliano. Sin saberlo, “nos dieron a otro bebe de apellido Martínez, y nuestra hija era nena y nos dieron un nene, con mismo apellido, peso, talla y misma hora de ingreso”, sostuvo el padre.

En este sentido, se refirió a los tratos de la morgue sobre los cuerpos de los bebés fallecidos: “Sacan al bebé del freezer con 15 o 20 bolsas, amontonadas por más que estén amontonadas, no están ni separadas o uno al lado del otro, como si fuesen mercadería, están todos apilados. Abren y cierran los freezer con el pie, a patadas, un total destrato, desinterés y falta de respeto, todo delante de mis ojos. Si están los padres, deberían tener un poco de respeto”.

“El señor de la morgue abrió la bolsa con fuerza y decía “Martínez RN”, recién nacido, no se destacaba el sexo, la pulsera, ni DNI o factor de grupo sanguíneo”, criticó el padre.

“Con lo doloroso que era y en el estado de shock que yo estaba, le dije sinceramente no la reconozco, no estoy seguro, se lo dije varias veces”, prosiguió en su terrible testimonio el padre. Además, advirtió que el bebé tenía un boda amarillo y blanco, cuando nunca advirtió que su beba tenga uno así. “Se me ocurrió pedirle que vaya a fijarse en el libro de actas de defunciones que coincida el número y si coincidía, pero porque me hizo firmar en el renglón de este varón, nunca corroboró los datos del DNI mío o de la madre”, lamentó.

El bebé fue cremado en el cementerio de la Divina Misericordia, nunca pensaron que no era su hija, Abril Cirigliano Martínez, cuando se trataba de Eugenio Martínez. “Él nació y murió el 6 de mayo y mi hija nació el 27 de abril. Hay una diferencia”, advirtió.

“Nos llamaron de la morgue, una persona con falta de tacto diciéndole a mi novia que nos habíamos llevado a otro bebé, un paquete o mercadería sin valor. Nos echó la culpa y yo lo mandé a donde tenía que mandarlo, porque ya era bastante traumatismo que no dábamos más abasto y a la media hora nos llamó la persona que nos atendió, me dijo ‘nos mandamos un moco importante’, como si yo tuviese la culpa, también dijo que yo había echado a mi novia, y dijo que él no confiaba en mí”, contó con angustia y bronca Cirigliano.

Al volver a la morgue, se encontraron con la dura realidad, su hija seguía allí y el bebé que cremaron era hijo de Daniela Martínez, una madre de Chicoana. “Al ir de nuevo, tampoco pudimos entrar con mi novia, ingresaron mis familiares, y la identificaron, fue muy duro”.

Sobre la otra familia, lamentó: “ellos no tuvieron la posibilidad de cremarlo o enterrarlo ni de despedirse. Pobre, estaba ahí y se enteró que estaba hecho cenizas y nosotros lloramos el día anterior a nuestra hija la cremamos y nos enteramos que seguía en la morgue”, afirmó.

El Director del Hospital Materno Infantil, Federico Mangione dijo que se “trató de un error humano” y que inmediatamente ordenó finalizar el contrato con la empresa tercerizada que tenía a su cargo la morgue de ese establecimiento asistencial.

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