Los Bávaros se impusieron con jerarquía al cuadro catalán en el Estádio da Luz de Lisboa y esperan en las semifinales por el ganador del duelo entre Manchester City y Olympique Lyon
Después de las agónicas clasificaciones del París Saint Germain y el RB Leipzig, con encuentros definiéndose en los minutos finales, en la UEFA Champions League hubo un partido que se liquidó con rapidez. Y fue el menos pensado, el duelo de grandes candidatos al título, el enfrentamiento entre los únicos dos ex campeones europeos que seguían en carrera en esta edición. El FC Bayern München aplastó por 8-2 al FC Barcelona de Lionel Messi en Lisboa y se clasificó a las semifinales, donde enfrentará al ganador del duelo entre Manchester City y Olympique Lyon.
Los Bávaros salieron a jugar con su tradicional 4-2-3-1 para adueñarse del balón ante un Barça expectante, que se posicionó 4-4-2 con Busquets y De Jong en el eje. Tan solo 3 minutos le llevó al campeón de la Bundesliga conseguir la ventaja, que llegó a través de una jugada colectiva que culminó con una pared entre Thomas Müller y Robert Lewandowski, con el jugador alemán marcando el primer gol con un zurdazo que entró rasante junto al palo.
El Barcelona encontró rápidamente la igualdad, cuando en el minuto 6 hubo desborde de Jordi Alba que terminó en gol en contra de David Alaba, quien envió el balón por encima de Neuer al intentar despejar el envío que iba directo para el uruguayo Luis Suárez.
Pero a partir de allí aumentó la intensidad, empezaron a verse más duelos en todos los sectores y ambos equipos jugaban a un ritmo tan vertiginoso que favoreció lógicamente a Bayern que se siente muy cómodo en ese contexto. Si bien tuvo que soportar el sacudón de algunos avances rivales, empezó a asfixiar y someter al elenco catalán y amplió notablemente su ventaja en el marcador: hizo tres goles en menos de 10 minutos.
Primero anotó Ivan Perišić tras una recuperación tras pérdida y posterior habilitación de Serge Gnabry, quien se encargó de firmar el tercero. Y al cumplirse la media hora de juego, llegó el cuarto gol a partir de una jugada que terminó con Müller empujando el balón a la red tras un centro de Joshua Kimmich. Fueron momentos donde el elenco de Hans-Dieter Flick expuso ese poderío que lo llevo a ser campeón de su liga y de la Copa doméstica esta temporada.
De cara al complemento, Quique Setién no dudo en mover fichas y decidió sacar a Sergi Roberto para darle ingreso al delantero francés Antoine Griezmann, sumando un jugador más en ataque para intentar sacar el partido adelante. Incluso, en 7 minutos del complemento, el uruguayo Luis Suárez marcó el descuento con una muy buena acción individual, regateando a Boateng en la puerta del área y definiendo cara a cara con Neuer.
Pero esa ilusión azulgrana recibió un golpe bajo cuando Alphonso Davies hizo una jugada maradoniana por la banda izquierda y le permitió a Kimmich definir en soledad en el punto de penal para marcar el 5-2.
Nuevamente el cuadro muniqués sacó a relucir toda su jerarquía y liquidó el pleito con grandes intervenciones de Philippe Coutinho (entró para reemplazar a Gnabry), jugador del Barça que está a préstamo en el Bayern, quien asistió a Robert Lewandowski en el sexto gol –el polaco llegó a 14 goles en esta Champions y a 54 anotaciones en 45 partidos este curso– y después marcó un doblete para firmar el 8-2 definitivo.