Dos mujeres murieron tras una cirugía estética similar con el mismo médico y sus familias denuncian mala praxis

0
359

Fueron operadas en una clínica del centro porteño donde el médico alquilaba un quirófano. Tenían 31 y 39 años, respectivamente.

Dos familias se encuentran unidas por un mismo dolor y reclamo: con unos meses de diferencia, dos mujeres, Soledad Vargas y Yasmín Valdés, murieron tras haber sido operadas por el mismo cirujano plástico al que habían encontrado a través de las redes sociales y que se presentaba como un “experto en abdómenes difíciles”. Ambas operaciones se hicieron en una clínica del barrio porteño de Congreso, ubicada en Perón al 1800, donde este jueves se manifestaron sus familiares para denunciar mala praxis y pedir justicia.

El caso más reciente es el de Vargas, de 39 años. Murió dos días después de haber sometido a una lipoaspiración. La operación fue el martes de la semana pasada. La mujer, mamá de mellizas de 18 años, se descompensó en su casa: tuvo un ACV y un tromboembolismo pulmonar.

La familia realizó la denuncia contra el médico. “Estamos mal y nos queda un largo camino, entre el dolor y la bronca. Todo está judicializado y estamos sumando testimonios. Es jodido y una injusticia”, contó la hermana de la víctima, Celeste.

Celeste, que es enfermera y estudia Medicina, fue a visitar a su hermana el jueves. “La noté rara. No era solamente dolor. Intentó levantarse y se desmayó. No respondía y estaba pálida”.

Precisó que su hermana también se realizó una dermolipectomía, una operación para corregir el exceso de grasa y piel. “Pasó una hora entre que la operaron y la mandaron a la casa. No tuvo control posoperatorio”, agregó.

“Llamé al cirujano y me dijo que no podía hacer nada porque alquilaba: él solamente alquilaba el quirófano y no tenía un lugar físico para atender las urgencias”, contó.

Celeste dijo que el médico les sugirió ir al Hospital Penna porque “tenía un conocido”, que “la atendió en la guardia”. Para ese entonces, su hermana ya estaba con insuficiencia respiratoria. “Estuvo cinco horas sin oxígeno. Cuando se la vieron difícil, la derivaron al Hospital Ramos Mejía donde lamentablemente no pudieron hacer nada”, se quejó.

La familia dijo que antes de llevarla al Penna se comunicaron con el SAME, pero “no quisieron atenderla porque dijeron que debía hacerse cargo el médico que la operó”. Vino una ambulancia pero no se la llevaron. “A mi hermana, la dejaron moribunda en la cama y tuvimos que cargarla nosotros en el auto para llevarla al hospital Penna”, denunció.

Celeste contó que también denunciaron “al médico de la guardia que la atendió en el hospital Penna y al SAME porque no la quiso trasladar”.

Poco después, la familia de Soledad se enteró de que otra paciente del mismo médico había muerto en circunstancias muy similares en abril, tras haberse tratado en el mismo lugar. Se trata de Yasmín Valdés, una mujer de 31 años.

“Yasmín tuvo el control el viernes y dijo que le dolía mucho, pero el cirujano le dijo que la operación había sido un éxito, se jactaba de que había quedado divina y la mandó a la casa”, contó Lucas, novio de la víctima.

Cuatro días después, Yasmín “se despertó temblando con falta de aire”. Lucas llamó al médico y este le dijo que “seguramente le había bajado la presión porque comió mal”. Su presión era tan baja que el aparato que usaba para medirla le tiraba error.

Entonces la llevaron de urgencia al Sanatorio Modelo de Caseros. “Llegó desvanecida” y poco después murió.

Según denunciaron ambas familias, recién después de la operación se enteraron que el cirujano alquilaba el quirófano y no tenía donde recibir a sus pacientes.

“El médico nos mandó un mensaje al día siguiente de la muerte de mi hermana y nos dijo que si el SAME la hubiera atendido ella estaría viva”, dijo Celeste. Después no volvieron a tener contacto con él.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí