Cuando una persona tiene una infección, su organismo reacciona creando anticuerpos para defenderse. Luego, quedan almacenados en el plasma –parte líquida de la sangre- durante semanas o incluso años.
Al donar plasma, los recuperados de Covid-19 –que ya son más de 174.000 en Argentina- pueden ofrecer una alternativa de tratamiento para quienes están cursando la enfermedad. A través de una transfusión, ellos recibirán esta “inmunización pasiva”, distinta a la vacuna, que es activa.
Para donar, la persona tiene que haber cursado la enfermedad y debe tener una certificación que lo confirme.
En los hospitales públicos, solicitan haber pasado 14 días del alta médica y contar con un hisopado negativo. Como la PCR “de alta” actualmente no se está realizando en el caso de los pacientes leves por directiva del Ministerio de Salud nacional, en caso de no tenerla, ellos la realizan.
En los hospitales públicos de Provincia, el requisito es haber pasado 28 días de la recuperación y sin tener síntomas de Covid. No piden la PCR “de alta”, ni la realizan. Además, se deberán cumplir con los requisitos de un donante habitual: tener entre 18 y 65 años de edad; pesar más de 50 kilos; gozar de buena salud y no tener enfermedades preexistentes (cardiovasculares, hepatitis, o alguna neoplasia); no haber recibido una transfusión de sangre en el último año; no tener antecedentes quirúrgicos en los últimos 6 meses (cirugías menores) o un año (cirugías mayores); no tener antecedentes gestacionales o abortos; y no haber realizado perforaciones, tatuajes o piercings en los últimos 6 meses.
El uso de plasma en pacientes covid es de carácter experimental. Hasta el momento a nivel internacional no hay evidencia científica -dado el carácter nuevo del virus- que demuestre que sea realmente seguro y eficaz.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud bonaerense se animan a hablar de “buenos resultados”. Voceros del Instituto de Hemoterapia indican: “Si bien es un ensayo clínico, estamos viendo que ayuda a disminuir la acción del virus. Está funcionando bastante bien en algunos casos, no en todos”.
Estamos en la etapa observacional. Hemos visto que el 80% de los pacientes que se le ha aplicado en el momento justo, antes de entrar a la terapia –entre el día 4 y el 11- anduvieron bien
Esto es un estudio experimental que se está poniendo en práctica para poder evaluar si realmente es efectivo o no, porque por el momento no hay ninguna evidencia científica que así lo apoye.
Para donar, hay que contactarse por mail o por teléfono con el hospital más cercano. Ellos toman los datos personales y dan una fecha para acercarse.
Ahora sí, el momento de donar. Hay que recostarse en un sillón, al lado de una máquina. Sobre una pantalla “touch”, la programan para sacar plasma, ponen los datos personales, y arroja cuánto se puede llegar a donar. Si bien alguien de gran contextura física podría donar hasta un litro, suelen sacar 600 mililitros de plasma.
Hacen una punción en una vena, en uno o los dos brazos (según la máquina). La aguja saca la sangre, que entra a la máquina, y realiza un procedimiento llamado “aféresis”, donde separa el plasma –que va quedando en una bolsa- del resto de los componentes. Con períodos de aspiración y retorno, en el mismo circuito, va devolviendo los glóbulos rojos, blancos, y plaquetas. Tarda de 40 a 60 minutos.
Luego, la persona recibe un refrigerio y vuelve a sus actividades. Podrá donar entre 3 y 4 veces, dependiendo de su tolerancia y del nivel de anticuerpos. Se puede repetir cada 72 horas, máximo dos veces por semana, aunque “para no agobiar” suelen citar con menos frecuencia.
Al plasma que fue extraído le hacen análisis. Luego, esa bolsa es etiquetada con un código de barras, que clasifican por grupo sanguíneo, para ser compatibles con el receptor.
Las bolsas se guardan en un freezer que las conserva a -80°C, divididas por grupo sanguíneo. Si no hay cambios de temperatura –en caso de haberlo, sonaría una alarma- puede permanecer ahí hasta un año. Cuando un médico lo solicita para un paciente covid, el plasma se descongela en una máquina, hasta llegar a 37°C.
Ese plasma lo llevan a la “zona Covid” del hospital donde está el paciente. Las indicaciones para la transfusión las hace el médico tratante, siguiendo un protocolo nacional. Para ser aplicado, el receptor o un familiar deberá firmar un consentimiento.
Cada bolsa de plasma se fracciona en dos a cuatro dosis (según el hospital y la cantidad extraída). Así que, cada donación, puede servir para ayudar a hasta cuatro pacientes con coronavirus.